martes, 9 de junio de 2009

Gurkhas

Como consecuencia del conflicto de las islas Malvinas, se publicó en Argentina un libro en que se narraban las experiencias personales de los jóvenes soldados de reemplazo que habían participado en ella. El libro se titulaba Los chicos de la guerra y en él se vertían graves acusaciones contra los hombres del I Batallón del 7º Regimiento de Fusileros Gurkhas del Duque de Edimburgh. Así, por ejemplo, en sus páginas podían leerse frases como “Los Gurkhas llegaron hasta nosotros como enloquecidos, totalmente drogados”, o “Un Gurkha pisó una mina y voló por los aires, pero el que seguía no se inmutó y siguió avanzando por el mismo camino

Al igual que los otros cinco batallones de Gurkhas del ejército británico, el VII Batallón de Fusileron Gurkhas del Duque de Edumburgh se creó originalmente como parte del Ejército de la India. Organizado en 1902 como el VIII de Fusileron Gurkhas, al año siguiente se le cambió esta denominación por la de II Batallón del 10º de Fusileros Gurkhas. Cuatro años más tarde se convirtió definitivamente en el 10º de Fusileros Gurkhas.
Durante la I Guerra Mundial el I Batallón permaneció en la India como unidad de depósito. El II, en cambio fue enviado a Mesopotamia, donde combatió de 1915 a 1918. Este batallón fue hecho prisionero en Kert-al- Amara pero organizado de nuevo participó luego en la toma de dicha población.
El I Batallón participó en la II Guerra Mundial luchando contra los japoneses en Birmania, jugando un papel de gran importancia en la ocupación y defensa de Meiktiea y en los combates de Imphal. La fatalidad volvió a cebarse con el II Batallón, que estuvo presente en la campaña del Norte de Africa hasta su captura por los alemanes en Tobruk en 1942. El nuevamente reconstruido II Batallón estuvo de guarnición en Palestina, Siria y Líbano. Cuando la India y Pakistán se convirtieron en naciones independientes, el regimiento pasó a formar parte del ejército británico. El 1º de enero de 1947 recibió el nombre de 7º de Fusileros Gurkhas del Duque de Edimburgh.


Unidades inglesas Gurkhas

Después de la independencia de la India y Pakistán en 1947, cuatro de los diez regimientos de Gurkhas que entonces existían, siguieron perteneciendo al ejército británico. Los restantes pasaron a formar parte del Ejército de la India. Los que permanecieron como unidades británicas constituyeron la Brigada Gurkha a partir del uno de junio de 1948. En los años siguientes la brigada fue estructurada en una unidad independiente de seis batallones de infantería, un regimiento de transporte, un batallón de zapadores y otro de transmisiones. Sin embargo aunque la brigada podía actuar aislada, en la práctica sus batallones fueron separados y estacionados bien en Gran Bretaña o en los territorios de Ultramar.



Al estallar la guerra de las Malvinas, el 7º de Fusileros Gurkhas estaba de guarnición en Church Crookham con tres batallones formando parte de la V Brigada de infantería.
Creada en 1981, esta brigada no era entonces una unidad de la OTAN, sino una fuerza de intervención inmediata a las órdenes directas del comandante en jefe de las tropas de tierra del Reino Unido.

El Kukri

Los Gurkhas están equipados y armados, en términos generales, en forma similar a las demás unidades regulares del ejército británico. La única excepción la constituye el kukri, el arma nacional del Nepal.
Este inconfundible cuchillo tiene diversos tamaños, pero todos poseen en común la hoja curva que le caracteriza. Dicha hoja empieza en el mango con una forma redonda y estrecha que luego se ensancha en forma plana hasta terminar en una afilada punta. El borde interior de la hoja es romo y muy grueso, pero el exterior se mantiene afilado como una hoja de afeitar gracias al continuo afilado. La hoja está fabricada con acero de alta calidad y como el peso del arma está en su parte posterior, el kukri es muy eficaz cuando se lanza. Originalmente era un cuchillo de múltiples usos: puede ser empleado para excavar la tierra, para hacer leña y también para ser usado como arma de combate muy eficaz. En espacios reducidos el kukri puede manejarse mejor que una balyoneta unida a un fusil y, además, las heridas que produce son más importantes. Desde los primeros días de su pertenencia al ejército británico, los Gurkhas han mostrado su aficción a llevar el kukri en el cinto junto con las demás partes del equipo reglamentario. En esta posición el kukri puede ser extraído rápidamente para ser utilizado. Aunque el kukri es un arma eficaz y que ha demostrado ser de utilidad en muchas ocasiones, su efecto psicológico en el combate ha sido enorme y en muchas ocasiones el enemigo ha preferido huir antes de hacer frente al cuchillo de los Gurkhas.