miércoles, 23 de mayo de 2012

Grandes Batallas de la historia: La batalla de Queronea



La batalla de Queronea se cree que se libró alrededor del 2 de agosto de 338 a.C.  cerca de la ciudad griega de Queronea, en Beocia, entre las fuerzas de Filipo II de Macedonia y una alianza de polis griegas compuesta principalmente por Atenas y Tebas. La batalla fue la culminación de la campaña griega de Filipo II (339-338 a. C.) y acabó en una victoria decisiva de los macedonios. Los comandantes y ejércitos enfrentados fueron:

 Por parte de Macedonia
  • El rey Felipe II
  • Alejandro Magno
  • aprox. 32.000 hombres
Alianza polis griegas
  • Cares de Atenas
  • Lysicles de Atenas
  • Teágenes de Beocia
  • aprox. 35.000 hombres

Batalla de Queronea Descripción: 

 

En la formación para la batalla, los atenienses ocuparon la izquierda, mientras que los tebanos estaban a la derecha. La caballería vigilaba cada flanco.
A raíz de los asedios fallidos de Perinto y Bizancio en 340 y 339 aC, el rey Filipo II de Macedonia encontró que su influencia sobre las ciudades-estado griegas menguaba. En un esfuerzo por reafirmar la supremacía de Macedonia, marchó hacia el sur en el año 338 aC con el objetivo de ponerlos en cintura.En la formación de su ejército, Filipo estuvo acompañado por contingentes aliados de Etolia, Tesalia, Epiro, Locride Epicnemidian y Fócida del Norte. Sus tropas avanzaban fácilmentey al conseguir  la ciudad de Elateia que controlaba los pasos de montaña hacia el sur,  los mensajeros alertaron a Atenas de la amenaza que se aproximaba. Para aumentar  su ejército, los ciudadanos de Atenas enviaron a Demóstenes a pedir ayuda a los beocios en Tebas. A pesar de las hostilidades del pasado y la mala voluntad entre las dos ciudades, Demóstenes fue capaz de convencer a los beocios que el peligro planteado por Filipo era una amenaza para toda Grecia. Aunque Filipo también trató de atraer a los beocios, optaron por unirse a los atenienses. Con la combinación de sus fuerzas, asumieron una posición cerca de Queronea en Beocia.



El Batallón Sagrado de Tebas
Al acercarse a la posición del enemigo el 2 de agosto, Filipo desplegó su ejército, .El flanco derecho y centro del ejército macedonio lo conformaban la falange y los aliados (griegos afines) al mando de Filipo y Parmenio. El flanco izquierdo lo mandaba su hijo Alejandro y su caballería de hetairoi. En el ejército griego formaron los atenienses en el ala izquierda, y los tebanos el ala derecha con el Batallón Sagrado de Tebas en su extremo. Al frente de éstos se encontraba la caballería de compañeros de Alejandro. Filipo movió a su gente oponiéndose a los atenienses y después simuló una retirada. En el momento preciso se detuvo, giró y se enfrentó a los perseguidores atenienses por sorpresa. Mientras Filipo hacía esta maniobra, su hijo se lanzaba contra el batallón sagrado que tenía enfrente, venciéndoles y destruyendo el flanco derecho del ejército griego. Los atenienses huyeron y los tebanos fueron completamente derrotados.
La mayoría de las fuentes indican que Alejandro fue el primero en entrar en las líneas enemigas a la cabeza de sus hombres. Sus tropas desempeñaron un papel clave en romper la línea enemiga. Abrumados, el resto de los tebanos se vieron obligados a huir del campo.

Consecuencias: 

 

Como con la mayoría de las batallas en este período las bajas de Queronea no se conocen con certeza. Las fuentes indican que las pérdidas de Macedonia fueron altas, y que más de 1.000  atenienses fueron asesinados con otros 2.000 capturados. El Batallón Sagrado perdió 254 muertos, mientras que los restantes 46 fueron heridos y capturados. Mientras que la derrota había dañado las fuerzas de Atenas, en la práctica se había destruido el ejército tebano. Impresionado por la valentía del Batallón Sagrado, Filipo permitió la estatua de un león que se levanta en el lugar para conmemorar su sacrificio.
Con la victoria asegurada, Filipo envió a Alejandro a Atenas para negociar la paz. A cambio de la terminación de las hostilidades y la preservación de las ciudades que habían luchado contra él, Filipo exigió promesas de lealtad, así como el dinero y los hombres para su plan de invasión de Persia. Indefensas y sorprendidas por la generosidad de Filipo, Atenas y las ciudades-estado, rápidamente accedieron de acuerdo a sus términos. La victoria en Queronea efectivamente restableció la hegemonía macedonia en Grecia y llevó a la formación de la Liga de Corinto.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Dragones de cuera II


Las luchas de los dragones de cuera con los indios eran constantes. Tribus como los apaches, navajos, comanches, utes, wichitas, yumas, pawnnee realizaban numerosas incursiones saqueando poblados y misiones. 
El entramado de presidios tenía su éxito como tapón, pero la extensión de terreno era muy grande y la distancia mucha entre un presidio y otro, además había que tener en cuenta el escaso número de efectivos con los que contaban estos presidios, unos cincuenta hombres.
Uno de esos enfrentamientos entre indios y dragones de cuera en 1720. Hasta Taos el puesto español más al norte, empezaron a llegar noticias de la penetración de tribus desconocidas, eran utes y comanches, pero más inquietante aún era que habían contactado con comerciantes franceses, los cuales les habían suministrado armas de fuego. Por si esto fuese poco se tenía constancia de que los franceses se iban adentrando poco a poco en Nuevo México.

 La respuesta española no se hizo esperar y se ordenó establecer un presidio en el asentamiento apache de El Cuartelejo y lanzar una expedición en busca de asentamientos franceses.
Al mando de Pedro Villasur se formó un grupo de 45 dragones de cuera y 60 indios pueblo auxiliares, adentrándose hacia el norte. La expedición partió de Santa Fe y tras recorrer 800 kilómetros llegó a territorio pawnee y ute, viendo que eran hostiles retrocedió y acampó en un prado cercano al actual Columbus-Nebraska, es decir habían llegado al centro geográfico de los actuales Estados Unidos.
El 14 de agosto de 1720 los pawnee acompañados por soldados franceses atacaron a los españoles, Pedro Villasur resultó muerto en los primeros momentos, los soldados españoles formaron un círculo alrededor. La batalla duró unos pocos minutos resultando muertos 35 españoles y 11 indios pueblo a pesar de estar acampados aparte de los españoles.
7 soldados españoles y 45 indios pueblo consiguieron escapar llegando a Santa Fe el 6 de septiembre. Según el testimonio de éstos un artista anónimo dibujó una escena de la batalla en unas pieles de búfalo.


Una de las tribus más belicosas y que más problemas presentaron a los españoles fueron los comanches. En 1719 realizaron su primera incursión para capturar caballos en Nuevo México. La respuesta no se hizo esperar por parte de los españoles y durante semanas los dragones de cuera persiguieron a las bandas de comanches y utes que se habían unido a la incursiones, pero sin obtener grandes resultados.
Para los comanches la enemistad con los españoles era beneficiosa, pues les permitía obtener por la vía del saqueo una gran cantidad de productos. En los años sesenta del siglo XVIII la guerra se había convertido en endémica y enfrentaba a españoles contra comanches y wichitas, a españoles contra apaches lipan y estos a su vez contra los comanches.

Pero el gran problema fue la llegada de los franceses que suministraban a los indios de armas de fuego. Armados con rifles y fusiles franceses los comanches, empezaron a lanzar incursiones devastadoras  a partir de 1746. Las respuestas a los ataques de los españoles eran inmediatas pero no tenían mucho éxito hasta el 1774, año en el que una fuerza combinada de dragones, milicianos e indios pueblo, destruyó un campamento comanche haciendo un centenar de prisioneros.
Pero la fecha clave llegaría en 1779, año en el que Juan Bautista Anza lanzó una campaña destinada a terminar con esa amenaza. Anza era consciente de que para vencer a los comanches había que actuar como ellos, atacar en pequeños grupos por sorpresa, evitar grandes columnas de tropas fáciles de divisar a distancia por los comanches.
El 15 de agosto partiría Anza de Santa Fe rumbo a Taos. Llevaba 600 hombres, de los cuales 150 eran dragones de cuera, a los que se unieron 200 indios apaches y yutes.

Los dragones de cuera fueron la vanguardia de este contingente llevando el peso de los combates en todo momento. Ocultándose  por el día, marchando de noche, con los cascos de los caballos forrados para no hacer ruido encontraron el campamento de Cuerno Verde, atacando el 31 de agosto. Cuerno Verde logró escapar dirección Taos. Anza se lanzó en su persecución hasta que el 3 de septiembre se produce la que es conocida como la batalla de Cuerno Verde en la que las tropas españolas dieron muerte al jefe Cuerno Verde, su hijo y cuatro jefes más comanches.

Este triunfo tuvo una gran repercusión entre todas las tribus indias, los navajos pidieron la paz de inmediato, al igual que los comanches, los utes. Los comanches no volverían a atacar el Nuevo México español durante décadas. El comercio con los comanches quedó establecido a través de los comancheros, facilitándoles armas de fuego y todo tipo de objetos a los indios.



BIBLIOGRAFÍA.

MARTÍNEZ LÁINEZ, Fernado, CANALES TORRES, Carlos:  Banderas lejana, Edaf, Madrid, 2009.
GARCÍA BLANCO, Javier. Juan Bautista Anza: un vasco a la “conquista”  de California, en Historia de Iberia Vieja, nº 75, 2011, pp. 20-26.

ENLACES DE INTERÉS.

Para saber más sobre California en el periodo español (en inglés)


Sobre Juan Bautista Anza
http://anza.uoregon.edu/   (en inglés) se puede ver el diario de la expedición

Sobre la expedición de Villasur



NOVELA

VÁZQUEZ, Alber: Resiste Tucson. Inédita, Madrid, 2010.




jueves, 20 de octubre de 2011

Dragones de Cuera

Nos encontramos tal vez ante una de las unidades menos conocidas del ejercito español, el dragón de cuera.

Su origen se remonta al s. XVI, fecha en la que la Corona española crea una línea de puestos fortificados, llamados presidios, construidos al norte de la ciudad de México en 1570, para contener las incursiones de los indios chichimecas. Dos siglos más tarde la línea de presidios, llegó a lo que hoy es el suroeste de Estados Unidos y se extendió desde Texas hasta California.

Estos presidios eran fortificaciones construidas de piedra y adobe, generalmente de forma cuadrada, con bastiones salientes o torres en esquinas opuestas, donde se colocaban cañones, estas construcciones guarecían a los habitantes de los presidios de los ataques de los indios bárbaros.

Los dragones de cuera o soldados de cuera eran una fuerza única que se distinguían de las tropas regulares españolas teniendo su propio reglamento. Las tropas se regían por los reglamentos de 1729 y 1772, en ellos se regulaba su uniforme, armamento, etc.

Se denominaban dragones de cuera, por la protección que les cubrían, consistía en un abrigo largo que llegaba hasta las rodillas, ya en el s. XVIII y XIX se acortaría llegando sólo a la cintura. El abrigo se componía de varias capas de piel de gamo unidas por los bordes por una costura y sujeta al cuerpo mediante correas, resistente a las flechas de los indios.

Además para su protección podían llevar una adarga, escudo que consistía en dos óvalos superpuestos.También podían llevar una rodela de forma circular, los dos en piel y resistentes a flechas y golpes.

El armamento consistía en una escopeta calibre 69, dos pistolas del mismo calibre, espada ancha, una daga y una lanza. Además cada dragón debía de contar con seis caballos y una mula.

Un presidio contaba normalmente con un capitán, un teniente, un alférez, un capellán, uno o dos sargentos, dos cabos y unos cuarenta soldados, además de contar con indios exploradores.

La composición era parte de españoles nacidos en América, mestizos, mulatos y el resto indios. Sólo los altos mandos eran europeos, no solo españoles, sino también irlandeses, valones e italianos.

Este tipo de unidades no se vieron envueltas en grandes batallas en las que se mueven un gran número de tropas, de hecho nunca pasaron de 200 hombres en las acciones conjuntas, número que se consideraba el volumen de tropa máximo para operar con eficacia. Estos soldados se enfrentaron a los apaches, comanches y otras tribus indias, además de franceses, ingleses, rusos, norteamericanos y también a los insurgentes mejicanos. En el siguiente post, vamos a recordar algún episodios en los que se vieron envueltos los dragones de cuera...

sábado, 9 de octubre de 2010

El HMS Starling y la guerra submarina


El HMS Starling demostró ser un implacable adversario de las "manadas de lobos" de submarinos alemanes durante la Batalla del Atlántico.

El Starling comenzó a navegar como el barco nº 11701 construido en los astilleros de Fairfield, Clydeside. Era una "corbeta" o navío de escolta de tarea general, de la clase Black Swan, de un pedido de 10 barcos con arreglo al programa de guerra suplementario de 1940. Estos pequeños barcos resistentes se habían desarrollado antes de la guerra y su diseño demostró una notable previsión: tenía tres dobles cañones antiaereos de 101,6 mm y un dispositivo "pom-pom" múltiple para lanzar cargas de profundidad, así como un sensor Asdic submarino. Si tenían un fallo era el de ser demasiado buenos. Eran demasiado complejos para la producción masiva y hubo que diseñar modelos más simples de fragatas para completar el número. El día de la victoria en mayo de 1945, el Starling tendría en su haber 16 submarinos hundidos, y la marca personal de su capitán, Frederick Walker, incluía otros 9 submarinos hundidos por barcos bajo su mando.

HMS Starling
Nacionalidad: Gran Bretaña
Dotación: 192 tripulantes
Dimensiones: 90 m. eslora; 11,7 m. manga; 2,7 m. calado
Peso: 1.350 toneladas.
Velocidad: 20 nudos
Armamento: 6 cañones de 102 mm. y 12 ametralladoras antiaéreas de 20 mm.



Acabando con el dominio total

Para finales de 1942, los submarinos alemanes habían hundido 3862 navíos mercantes con una pérdida de sólo 152 unidades propias. Al iniciar la guerra con 46 submarinos operacionales, el Almirante Dönitz había aumentado la fuerza hasta más de 600 submarinos, y la entrada de los EE.UU. en la guerra había aportado una rica cosecha de navíos de suministro sin escolta. En 1943, losa ataques "manadas de lobos" de Dönitz en el Atlántico,en los que unos 20 submarinos en superficie convergerían en un convoy de noche, se vieron cada vez más dificultados por un número de factores. La aviación americana y los navíos de escolta, equipados con radar y otro material buscador de objetivos, se desplegaban en patrullas intensivas sobre las zonas de caza de los submarinos, obligando a las flotillas de submarinos a sumergirse, donde su velocidad y flexibilidad operacional se reducían mucho. También, se estaban interceptando informes alemanes de espionaje, permitiendo a los convoyes hacer modificaciones tempranas en sus rutas para evitar las concentraciones de submarinos. Finalmente, el Atlantic Convoy Treaty de marzo de 1943 reunió a todos los mandos antisubmarinos aliados en un intento determinado para eliminar a los submarinos alemanes del Atlántico. El final de las operaciones atlánticas de Dönitz llegó con la creación de grupos de apoyo de caza y eliminación a finales de la primavera de 1943. La suerte había cambiado para los submarinos, la más temida por Churchill de las armas de Hitler.

Tácticas antisubmarinas

De todos los hombres dedicados al desarrollo de la guerra antisubmarina británica durante la segunda guerra mundial, ninguno hizo mayor aportación que el Capitán Frederick Walker.
No sólo fue el mayor destructor de submarinos, sino que también creó tácticas de mucho éxito que swe transmitieron a todos los jefes de escolta de la Royal Navy. Para finales de 1942, los submarinos habían aprendido a aprovechar la deficiencia del Asdic a corta distancia y a escapar de las explosiones de las cargas de profundidad mal apuntadas. Walker desarrolló el "ataque envolvente", en el que un navío a velocidad lenta con el Asdic realizaba un ataque normal mientras que otros dos se situaban con sus Asdic apagados, a 45 metros en cada haz. Los tres lanzaban entonces una amplia muestra de cargas que atrapaban al submarino de improviso. Cuando las condiciones Asdic eran malas y era probable que un submarino escapase del contacto, Walker adoptó una técnica llamada "el ataque móvil". Un navío mantenía una distancia de 900 metros con el objetivo, sin intentar acercarse. Al mismo tiempo dirigía a otro navío de escolta a lo largo de la marcación del submarino hasta que navegaba justo delante. El comandante del navío delantera lanzaría entonces 26 cargas por pares a intervalos de nueve segundos. El submarino, consciente sólo del silbido del Asdic distante de su rastreador a popa, se dirigía en línea recta a una alfombra descendente de alto explosivo. Si el submarino tomaba un rumbo en zig-zag evasivo, Walker asignaría tres navíos, guiados desde popa, para crear una "barrera móvil".

Asdic

Cuando los submarinos alemanes comenzaron a navegar a principios de la primera Guerra Mundial, dos cintíficos franceses, Chilowski y Langevin, comenzaron a estudiar modos de detectarlos desde navíos de superficie. Se les sumó el Bristish Board of Inventions and Research, y en 1917, el Antisubmarine Detection Investigation Committe (ASDIC) fabricón un prototipo. Todos los ulteriores desarrollos británicos del prototipo se conocieron como Asdic hasta 1948, cuando se adoptó el vocablo "Sonar" (de Sound Navigation Ranging) de la armada de los EE.UU. Los equipos Asdic instalados en las corbetas de escolta del capitán Walker se hallaban en cúpulas extendidas con forma de pera retráctiles situadas cerca de la proa. Extendida por debajo del casco al utilizarla, la cúpula contenía un oscilador de cuarzo; cuando se activaba con un transmisor, el oscilador emitía un impulso de sonido conocido como "silbido", que se devolvería como un eco por cualquier objeto sólido que encontrase en el agua dentro del alcance del Asdic. El eco sónico lo convertía el oscilador en un impulso eléctrico que podía "leerlo" el operador Asdic. El intervalo entre la transmisión y la recepción del eco le daría la distancia al objeto sumergido, y del tipo de eco, un experto podía calcular su tamaño e identidad. Cuando localizaba un objeto móvil, el operador podía determinar su velocidad y su marcación ajustando el ángulo al que la transmisión Asdic abandonaba el navío. Durante la segunda Guerra Mundial, los barcos de escolta crearían una pantalla Asdic en torno a un convoy. Cada navío dirigía sus transmisiones Asdic sobre un sector dado, extremando así la posibilidad de detectar submarinos dentro del alcance de 2275 metros del dispositivo.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Regimiento de exploradores Selous


Una década de guerra en la sabana rhodesiana convirtió a los exploradores Selous en la unidad antiguerrillera más experta del mundo, pero incluso para tan veteranos soldados la guerra les aseguraba una muerte cierta si aflojaban la vigilancia tan sólo un minuto.

Los Selous Scouts nacieron , cuando el Gobierno de Slisbury (Capital de Rhodesia), creó un fuerza que debía entrar en la selva, y en unidades pequeñas pero fogueadas y bien armadas, actuar de manera autónoma, señalar las bases y ubicaciones guerrilleras para ser atacadas por las unidades del ejercito regular; y lo que es mas importante, parecer fuerzas guerrilleras. Su primer jefe fue el Teniente Coronel Ron Reid Daly (ex -SAS). El Regimiento de Exploradores, formado en diciembre de 1973, no fue la primera unidad de este tipo, ni sus miembros descubrieron nuevos métodos antiguerrilleros, pero los Selous, en su corta historia, se convirtieron en uno de los mejores del mundo.

Su éxito era un reflejo de la calidad y la cantidad de su entrenamiento. Todas las unidades de este tipo sufren unas pruebas rigurosas, pero para muchos observadores no familiarizados con la dureza de la sabana rhodesiana parecía que los exploradores eran sometidos a pruebas caso inhumanas de resistencia y de "estómago": Era esencial que el entrenamiento básico eliminara a los débiles y seleccionara a los mejores y más aptos. Tan pronto como los voluntarios llegaban a Wafa Wafa, en el campo de entrenamiento de los Exploradores a orillas del lago Kariba, se les daba una muestra de lo que tendrían que superar. Al llegar a la base, cansados y bañados en sudor se les había ordenado correr durante los últimos 25km. No veían ni barracones, ni comida, ni tampoco ninguna bienvenida, sólo unas cuantas chozas de paja y los ennegrecidos restos de un fuego agonizante. Tampoco se les daba comida. A partir de ese momento los instructores empezaron a agotar, a matar de hambre y a hostilizar a los reclutas. También era normal que entre 40 o 50 hombres de los 70 que se presentaban a las pruebas, acababan abandonándolas en los primeros días. El curso básico eran 17 días de un puro infierno. Cada mañana desde las primeras luces hasta las 17:00 horas, los reclutas eran sometidos a un programa de adaptación que agotaba sus fuerzas y tenían muy poco tiempo para descansar hasta que su capacidad básica en el combate se fuese agudizando. El día terminaba obligándoles a desarrollar un tipo de asalto arriesgado y difícil, destinado a superar su miedo a las alturas; después, en cuanto caía la noche, comenzaba el entrenamiento nocturno. Durante los primeros cinco días no se entregaba comida alguna a los aspirantes, teniendo que vivir de lo que encontraban. El tercer día se colgaba un animal muerto, que se dejaba pudrir bajo el sol. Dos días después se troceaba, se les sacaban las tripas y se cocinaba con gusanos y todo. El mayor Red Daily explicaba el por qué: “Poca gente sabe que la carne podrida es comestible si se hierve completamente, aunque si se recalienta, uno se expone a la muerte por botulismo. Cuando los Exploradores están en misión de reconocimiento, en lo que no siempre habrá disponibles suministros, podrán subsistir con una res muerta, pero tienen que asegurarse de esto por su propia experiencia, ya que de lo contrario nunca lo comerían. Los últimos tres días de entrenamiento básico se dedicaban a una marcha de resistencia. Cada hombre tenía que llevar aparte de sus armas y unas cuantas raciones (125 gramos de carne y 250 gramos de harina de maíz). Tenían que llevar consigo un paquete con 30 kilos de piedras durante una distancia de 100km. Las piedras estaban pintadas de verde y contabilizadas, por lo que no podía descargarse ninguna de ellas durante la marcha y ser sustituidas por otras más pequeñas antes de llegar al final. Para estar doblemente seguros de su vigor, los últimos 12km se hacían a más velocidad. Este último trecho tenía que ser cubierto en dos horas y media, lo que significaba que los hombres tenían que ir forzando todo el tiempo. Los hombres que superaban las primeras fases del adiestramiento eran trasladados, después de una semana de reposo, a un campamento especial para emprender la “fase crítica”. Si los exploradores habían de ser eficaces, era evidente que deberían tener un aspecto, actuar y hablar igual que los guerrilleros de verdad. La base estaba construida y organizada como un campamento rebelde y los instructores tenían que actuar para convertir a los reclutas en auténticos guerrilleros, preparados para enfrentarse a cualquier situación de riesgo y a cualquier enemigo en la Sabana. En la “fase crítica” se les enseñaba a romper con la costumbre de afeitarse, levantarse a horas fijas, fumar y beber, y adoptar un estilo de vida como el de los guerrilleros. Se les entrenaba en todo, desde la muerte ritual de una cabra, hasta marchar por la jungla en fila. Aunque los soldados negros de los Exploradores eran los que mantenían un contacto más directo con el enemigo, los oficiales blancos se hacían pasar por negros, al menos a cierta distancia. Se pintaban de negro con un corcho quemado o con maquillaje de teatro, llevaban un gran sombrero flexible y se dejaban crecer una larga barba, para poder ocultar sus rasgos europeos más evidentes. Los aspirantes que superaban el programa de entrenamiento tenían poco tiempo para regodearse de su triunfo. Excesivo o no, su entrenamiento dio buenos frutos en el campo.

Al explorador Selous se le permitía más libertad en cuestión de indumentaria que a ninguna otra unidad similar. Oficialmente el uniforme era el mimetizado del Ejército rhodesiano, con gorro picudo de camuflaje y cogotera, el calzado era bota de cuero marrón y polainas tobilleras. Pero en la práctica, en medio de la espesura, lo "normal" era un pantalón corto caqui, y calzado especial para rastreo. Cinturón con cantimplora y poco más, aunque naturalmente este atuendo era sólo necesario en misiones de corto alcance. Como símbolo identificador oficial portaban boina color arena similar a la que usa el SAS. Estas unidades operaban en la jungla en misiones de búsqueda y destrucción del enemigo. En operaciones tan delicadas era esencial que los rebeldes no se enteraran de la presencia de los Selous, por lo que los Exploradores en camiones cubiertos o en helicóptero, de noche, bastante lejos del área sospechosa, y utilizando su dominio de la Sabana, se trasladaban a pie al lugar de las operaciones. Una vez en el sitio, se establecía un puesto de observación a una altura conveniente para tener una buena visión de todo lo que ocurriera alrededor.

Inevitablemente , debido a la extrema seguridad que rodeaba las operaciones de los exploradores, los miembros de las fuerzas regulares que ya estaban resentidos por su trato "especial" y su informal uniforme, empezaron a plantearse su utilidad. La cosa subió de tono al finalizar la década de los 70 y los exploradores fueron acusados de contrabando de armas y de caza furtiva. Durante un tiempo el regimiento capeó el temporal, pero con la renuncia de su comandante en 1979 quedó claro que el fin estaba próximo. En marzo de 1980, poco después de la toma del poder por parte de los nacionalistas africanos, los exploradores fueron disueltos y la corta carrera de la unidad tuvo un final poco glorioso. En su corta historia los Exploradores infligieron al enemigo grandes pérdidas, aunque debido al secreto que rodeaba sus operaciones pocos rhodesianos conocían su existencia. No fue hasta después de terminada la guerra cuando se publicó un informe en el que se reconocía a los Exploradores como responsables del 70% del total de rebeldes muertos, lo que demostraba su capacidad operativa. En menos de 7 años de combates por la Sabana, los Exploradores perdieron 36 hombres muertos en combate, pero habían eliminado a varios millares de guerrilleros.