Las luchas de los dragones de cuera con los indios
eran constantes. Tribus como los apaches, navajos, comanches, utes,
wichitas, yumas, pawnnee realizaban numerosas incursiones saqueando
poblados y misiones.
El entramado de presidios tenía su éxito como tapón, pero
la extensión de terreno era muy grande y la distancia mucha entre un presidio y
otro, además había que tener en cuenta el escaso número de efectivos con los
que contaban estos presidios, unos cincuenta hombres.
Uno de esos enfrentamientos entre indios y dragones de cuera
en 1720. Hasta Taos el puesto español más al norte, empezaron a llegar noticias
de la penetración de tribus desconocidas, eran utes y comanches,
pero más inquietante aún era que habían contactado con comerciantes franceses,
los cuales les habían suministrado armas de fuego. Por si esto fuese poco se
tenía constancia de que los franceses se iban adentrando poco a poco en Nuevo
México.
La respuesta española no se hizo esperar y se ordenó
establecer un presidio en el asentamiento apache de El
Cuartelejo y lanzar una expedición en busca de asentamientos franceses.
Al mando de Pedro Villasur se formó un grupo de 45
dragones
de cuera y 60 indios
pueblo auxiliares, adentrándose hacia el norte.
La expedición partió de Santa Fe y tras recorrer 800 kilómetros llegó a
territorio
pawnee y ute, viendo que eran hostiles retrocedió y acampó en
un prado cercano al actual Columbus-Nebraska, es decir habían llegado al centro
geográfico de los actuales Estados Unidos.
El 14 de agosto de 1720 los pawnee acompañados por
soldados franceses atacaron a los españoles, Pedro Villasur resultó muerto en
los primeros momentos, los soldados españoles formaron un círculo alrededor. La
batalla duró unos pocos minutos resultando muertos 35 españoles y 11 indios pueblo
a pesar de estar acampados aparte de los españoles.
7 soldados españoles y 45 indios pueblo consiguieron
escapar llegando a Santa Fe el 6 de septiembre. Según el testimonio de éstos un
artista anónimo dibujó una escena de la batalla en unas pieles de búfalo.
Una de las tribus más belicosas y que más problemas
presentaron a los españoles fueron los comanches. En 1719 realizaron su
primera incursión para capturar caballos en Nuevo México. La respuesta no se
hizo esperar por parte de los españoles y durante semanas los dragones de
cuera persiguieron a las bandas de comanches y utes que se habían
unido a la incursiones, pero sin obtener grandes resultados.
Para los comanches la enemistad con los españoles era
beneficiosa, pues les permitía obtener por la vía del saqueo una gran cantidad
de productos. En los años sesenta del siglo XVIII la guerra se había convertido
en endémica y enfrentaba a españoles contra comanches y wichitas, a
españoles contra apaches lipan y estos a su vez contra los comanches.
Pero el gran problema
fue la llegada de los franceses que suministraban a los indios de armas de
fuego. Armados con rifles y fusiles franceses los comanches, empezaron a
lanzar incursiones devastadoras a
partir de 1746. Las respuestas a los ataques de los españoles eran inmediatas
pero no tenían mucho éxito hasta el 1774, año en el que una fuerza combinada de
dragones, milicianos e indios pueblo, destruyó un campamento comanche
haciendo un centenar de prisioneros.
Pero la fecha clave llegaría en 1779, año en el que Juan
Bautista Anza lanzó una campaña destinada a terminar con esa amenaza. Anza era
consciente de que para vencer a los comanches había que actuar como ellos,
atacar en pequeños grupos por sorpresa, evitar grandes columnas de tropas
fáciles de divisar a distancia por los comanches.
El 15 de agosto partiría Anza de Santa Fe rumbo a Taos.
Llevaba 600 hombres, de los cuales 150 eran dragones de cuera, a los que
se unieron 200 indios apaches y yutes.
Los
dragones de cuera
fueron la vanguardia de este contingente llevando el peso de los combates en
todo momento. Ocultándose
por el día,
marchando de noche, con los cascos de los caballos forrados para no hacer ruido
encontraron el campamento de Cuerno Verde, atacando el 31 de agosto. Cuerno
Verde logró escapar dirección Taos. Anza se lanzó en su persecución hasta que
el 3 de septiembre se produce la que es conocida como
la batalla de Cuerno
Verde en la que las tropas españolas dieron muerte al jefe
Cuerno Verde,
su hijo y cuatro jefes más comanches.
Este triunfo tuvo una gran repercusión entre todas las
tribus indias, los navajos pidieron la paz de inmediato, al igual que
los comanches, los utes. Los comanches no volverían a atacar el
Nuevo México español durante décadas. El comercio con los comanches
quedó establecido a través de los comancheros, facilitándoles armas de
fuego y todo tipo de objetos a los indios.
BIBLIOGRAFÍA.
MARTÍNEZ LÁINEZ, Fernado, CANALES TORRES, Carlos: Banderas lejana, Edaf, Madrid, 2009.
GARCÍA BLANCO, Javier. Juan Bautista Anza: un vasco a la
“conquista” de California, en
Historia de Iberia Vieja, nº 75, 2011, pp. 20-26.
ENLACES DE INTERÉS.
Para saber más sobre California en el periodo español (en
inglés)
Sobre Juan Bautista Anza
Sobre la expedición de Villasur
NOVELA
VÁZQUEZ, Alber: Resiste Tucson. Inédita, Madrid,
2010.